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Ponferrada dice adiós al increíble y laborioso belén de conchas que cada año se instalaba en la iglesia del barrio ponferradino de Compostilla.
«No se va a volver a hacer porque lo hacía mi hijo y ahora está trabajando fuera», explica el padre de Francisco Javier Díaz, el creador de este particular pesebre.
Ante la noticia de que esta creación no se podría volver a llevar a cabo, son varias las personas que se han presentado como voluntarias para ayudar, sin embargo, sus creadores aseguran que «lleva mucho trabajo y son figuras tan delicadas que se pueden romper con facilidad».
Por todo ello, este espectacular trocito de mar que había cada Navidad en el Bierzo no volverá a ver la luz.
Este belén celebró en 2022 su última edición y aunque el año pasado conservaban «el gran deseo de conseguir mostrarlo de nuevo en 2024 y contar como siempre con la calurosa acogida de los visitantes de mi obra», no ha podido hacerse realidad.
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Esta creación se componía de 21 metros cuadrados y de un total de 325 figuras hechas de forma artesanal partiendo de millones de cochas de diferentes lugares del mundo que su creador había ido recolectando a lo largo de los años.
Así las cosas, el belén de conchas cumplió 25 años en 2022 y, tras celebrar sus bodas de plata, las conchas no volverán a cobrar vida en este rincón de Ponferrada.
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