Adiós al último bastión de la minería en El Bierzo: la térmica de Compostilla será volada el 1 de diciembre

Con esta demolición se va uno de los símbolos que ha marcado el paisaje y el devenir económico de la comarca. Por el momento se desconocen la cantidad de explosivos que se utilizarán pero será una voladura controlada tal y como se suele realizar en este tipo de procedimientos.

Con el derribo de las torres también se desvanecen los proyectos de conservación e integración que estaban proyectados dentro del turismo industrial que tiene la comarca.

La foto fija de la central Compostilla II de Cubillos del Sil tal y como la conocemos hoy tiene los días contados. La térmica berciana comenzará a dinamitar así sus elementos más característicos y visibles desde varios puntos de la comarca: sus dos torres de refrigeración y las tres chimeneas.

Las torres de refrigeración, de igual tamaño, caerán por desplome, volándose los pilares y el anillo de soporte de dentro hacia afuera. A las chimeneas -de 109 metros de alto y con un diámetro en la base de 79,5 metros- se les aplicará en su momento una voladura direccional con caída completa.

La voladura de las dos torres de refrigeración se retrasa así respecto a la planificación inicial que barajaba Endesa que fijaba su derribo en agosto de 2022. Lo que aún está por determinar si la previsión se mantiene en el caso de las chimeneas: la de mayor envergadura en junio de 2023 y las dos últimas en diciembre de ese mismo año.