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Desde que el Gobierno de España autorizase la entrada de Castilla y León en la fase 2 de la desescalada el pasado 8 de junio, las autoescuelas de la comunidad han retomado de forma progresiva una actividad que se paralizó el 13 de marzo, ... cuando la Dirección General de Tráfico (DGT) acordó la suspensión de los exámenes de conducir en todo el país. Así, según los datos que maneja la Jefatura Provincial de Tráfico de Valladolid, desde el 22 de junio hasta el 9 de julio se han examinado en Castilla y León 5.221 alumnos, 2.149 de ellos en exámenes teóricos, 532 en destreza y 2.540 en circulación. Un número muy inferior al que se contabilizó el año pasado del 24 de junio al 11 de julio, cuando se examinaron en la comunidad un total de 6.977 alumnos, 3.141 de ellos en exámenes teóricos, 942 en destreza y 2.894 en circulación.
Sin embargo, a nivel local, la estimación es que las cifras en la provincia de León son similares a las del año pasado, tal y como ha asegurado el presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas. «Son estimaciones, porque al final cada empresa sabe el número de alumnos que tiene, pero desde el 8 de junio hemos ido desarrollando la actividad con normalidad y estamos al mismo nivel que otros años en cuanto a matriculas», ha explicado Vicente González.
Tal y como ha señalado, León es una provincia «de matriculas de verano». Y es que, hasta el 70% de las altas se realizan durante el segundo semestre del año, «de momento se mantiene igual que otros años, tampoco ha subido, pero no ha bajado, y eso era algo que temíamos». Una situación que se ha convertido en un peso menos para las casi 40 empresas y 200 trabajadores leoneses del sector que han visto como los alumnos volvían a las clases tras haber estimado las pérdidas durante la cuarentena en hasta un millón y medio de euros por el cese de la actividad.
Para permitir reanudar la enseñanza, la Asociación de Autoescuelas ha puesto en marcha un «estricto» protocolo diseñado a nivel nacional, que «se cumple a rajatabla por todos». Y es que tal y como señala Vicente González, «se desinfectan las aulas y el coche entre clase y clase, los alumnos y profesores deben lavarse las manos antes de conducir y deben usar la mascarilla en todo momento», entre otras medidas para garantizar la seguridad, «para proteger a los demás y para protegernos nosotros».
Por ello, la situación de las autoescuelas en la provincia para sostenerse. «No se prevé ningún cierre por las pérdidas del coronavirus. Hay cierres, pero porque coinciden con la jubilación. Durante la pandemia se tomaron medidas para poner en Erte a la plantilla y cesar la actividad, y ahora, hemos ido recuperando el ritmo poco a poco. Si esto sigue así, no habrá grandes problemas», ha indicado el presidente de la asociación.
Sin embargo, una de las preocupaciones de las autoescuelas es la falta de personal suficiente en la Jefatura de Tráfico. Una situación que se ha visto agravada por la Covid-19. «No preocupa la falta de funcionarios, tanto para la gestión como examinadores. Lo que nos retrasa no es la pandemia ahora mismo, es que no hay gente para gestionar las solicitudes o para realizar las pruebas», ha afirmado González.
Y es que, las cifras de espera en el examen práctico se encuentran muy cerca de las peores históricas. Ahora mismo, según estiman desde la asociación, el tiempo de espera puede estar en más de un mes, «casi 40 días», para poder examinarse. «Ya advertimos que esto podía ocurrir hace tiempo. Nos estamos acercando peligrosamente a las provincias con peores cifras».
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