Una berciana viajera a la que no frena ni el coronavirus

Después de pasar cinco semanas en Omán y cuando llevaba un mes de viaje por libre en Arabia Saudí, llegó el coronavirus y la noticia de que iban a cerrar el aeropuerto en unas horas le pilló mientras acampaba en el desierto a 100 km de Riad, la capital. «Me fui directamente al aeropuerto, pero cuando llegué no había vuelos a España y solo quedaban algún asiento libre en Business Class para 3 o 4 destinos», añade.

Paula decidió volver a Riad, donde su anfitrión de Couchsurfing -una aplicación para alojar viajeros- le dejó «amablemente» quedarse en su casa el tiempo que necesitara. «Este es solo un ejemplo de la amabilidad que he encontrado y toda la ayuda que me han proporcionado las diferentes personas que he conocido en el país», comenta esta faberense.

«Para mí, que he vivido y trabajado en siete países diferentes, buscarme la vida no es algo nuevo», añade, por lo que, sin saber cuánto tiempo tendría que estar allí, se puso a buscar trabajo «y así fue como envié mi CV en mitad de un colapso mundial, y un par de semanas, y con un visado de patrocinio, empecé a trabajar en el equipo de administración de una empresa relacionada con el sector inmobiliario». Después de valorar la situación, «yo me encontraba bien y mi familia en España estaba bien y se estaban cuidando», decidió quedarse y no volver en el vuelo de repatriación organizado por la embajada.

Ya han pasado casi cuatro meses y Paula ha encontrado «un buen trabajo, una buena casa y un maravilloso grupo de amigos -de saudíes y expatriados- en Arabia Saudí y he vivido experiencias increíbles, como experimentar por mí misma el mes de Ramadán». Cuando reabran los aeropuertos -todavía no hay noticias sobre este tema- tomará la decisión de dónde y cuándo continuar su viaje, «quizás por Asia Central».

«Siempre he estado a favor de mostrar también las cosas positivas que ocurren en el mundo, de ahí a que lleve los últimos seis años viajando y contando mi propia experiencia», concluye.