Plantación de olivos en el Bierzo. César Sánchez

El Bierzo apuesta por el olivo, un cultivo de su pasado y con sus propias variedades autóctonas

La Asociación Berciana de Agricultores considera que si alguna de esas variedades identificadas tuviera buenas aptitudes y si prolifera su cultivo en la zona, podría ser el germen de un nuevo sello de calidad

Esther Jiménez

Ponferrada

Lunes, 20 de enero 2025, 08:16

Está claro que la comarca del Bierzo es un paraíso agroalimentario con sus siete sellos de calidad reconocidos, el único territorio de todo el continente europeo. Con esa excelencia, predominan en su paisaje los cultivos tradicionales pero cada vez más se ven otros que la comarca tuvo en el pasado y que poco a poco se están recuperando.

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Es el caso del olivo, que es el que está despuntando, aunque todavía «a mucha distancia» del resto de plantaciones punteras, como es el caso de la manzana reineta, la pera conferencia, los castaños o los cerezos. «No se están plantando cientos de hectáreas pero sí que aparece cada vez más alguna plantación de olivo», asegura Pablo Linares, director técnico de la Asociación Berciana de Agricultores (ABA), que apunta que en la actualidad podría haber entre 40 y 50 hectáreas en toda la comarca.

Una comarca que tuvo tradición olivera, en zonas como Corullón, los Barrios de Ponferrada, en Arganza, «donde había una pequeña almazara para hacer aceite», también hacia Labaniego, en Bembibre, «hay vestigios y todavía quedan algunos ejemplares centenarios», comenta el director técnico de la ABA. Estos cultivos, a pesar de que estaban bastante extendidos por el Bierzo, se fueron quitando, «no está claro el momento, se dice que pudo ser tras la Revuelta de los Irmandiños, que al perderla, como castigo, se obligó a arrancar todo el olivo porque el aceite era un elemento importante para la alimentación de la época, pero no sé si es fidedigno, si es una leyenda o si históricamente fue así», añade.

Lo que sí se sabe es que hasta mediados del siglo pasado «todavía había dadas de alta en esta zona unas 20 almazaras, 20 sitios donde se hacía aceite, de aquella supongo que ya prácticamente no tendrían producción pero que todavía no se han llegado a dar de baja», por lo que esa tradición de hacer aceite estaba en el Bierzo y poco a poco se está volviendo a recuperar con plantaciones de olivos, que con el tema climático «se ha visto que cada vez puede ser más factible el cultivo de algunas variedades, aunque también había variedades adaptadas a esta zona pero bueno, ahora se están poniendo variedades de zonas más cálidas que no están funcionando mal, variedades nuevas que han salido al mercado que se adaptan también a zonas frías y hay variedades adaptadas a zonas frías, y la gente ha visto una oportunidad», explica Pablo Linares.

A día de hoy estas plantaciones están funcionando agronómicamente, «parece que el árbol desarrolla bien y demás» pero de momento son muy jóvenes, por lo que «no nos da para sacar muchas conclusiones, lo sabremos a la vuelta de un par de años más que las plantaciones ya habrán entrado en general en producción y se habrá podido hacer aceite dos o tres campañas».

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Variedades autóctonas

Y en ese contexto, el Bierzo también está buscando sus variedades autóctonas a través de un programa puesto en marcha por Jesús Merayo, en colaboración con la Asociación Berciana de Agricultores, el Ayuntamiento de Ponferrada y la Universidad de Córdoba. En ese sentido, el director técnico de la ABA señala que se han estado recogiendo muestras y enviándolas a Córdoba, donde se han analizado «en una búsqueda de las variedades que pudiera haber en el Bierzo que ya no fueran de otra zona».

De esos análisis genéticos salieron árboles que no estaban catalogados en el registro de variedades nacionales, «con lo cual eso quiere decir que es otra variedad que no estaba registrada, podría ser una variedad autóctona del Bierzo, podría ser una variedad de esta zona». Así, ahora habría que ver cómo se comportan, es decir, «puede ser una variedad autóctona pero que no tenga interés agronómico, que no tenga interés comercial, que la aceituna que salga de ahí luego dé un aceite que no sirva», incide Pablo Linares haciendo hincapié en que son las primeras fases aunque sí que podría ser una vía para que en un futuro pudiera haber un nuevo sello de calidad en el Bierzo.

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«Ahí tengo esperanzas de que si de esas variedades que hemos encontrado alguna tuviera buenas aptitudes sería un germen muy probable, si más adelante el tema del olivo sigue avanzando en el Bierzo, pues sí que pudiéramos llegar a tener algún sello de calidad porque ya hablaríamos de variedades propias de la comarca, eso seguro que nos abriría la puerta», subraya Linares. Y es que para la ABA lo que más les interesa es que sus agricultores, aquellos que quieran empezar en el campo e industriales interesados en la transformación tengan «cuantas más posibilidades mejor».

Además, ya existen varios proyectos que quieren apostar por el sector olivero y que ya han plantado olivos. Por lo que «si la cosa va funcionando bien, sí que va a haber producción comercial de aceite del Bierzo», concluye.

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