¿Dónde están las butacas del mítico cine Morán de Ponferrada?

Corría el 6 de diciembre de 1982 y E.T. El Extraterrestre, la legendaria película dirigida por Steven Spielberg, llegaba a los cines para convertirse en la cinta más taquillera en su momento superando a Star Wars. Hoy es inmortal.

'Mi casa, teléfono', las palabras que repetía su protagonista llegado desde otra galaxia se hicieron célebres entre los chavales de la época. También en Ponferrada, la por entonces conocida como la Ciudad del Dólar gracias al boom de la minería del carbón junto al hierro y al wolfran, todo ello unido al nacimiento de la Empresa Nacional de Electricicidad (Endesa).

Fue en el mítico cine Morán, que se ubicaba en la antigua calle Calvo Sotelo -hoy Camino de Santiago-, donde los ponferradinos y ponferradinas pudieron disfrutar de algunos de los estrenos más destacados de la época en la gran pantalla, incluido, con posterioridad, la primera película de Superman protagonizada por Christopher Reeve. Todo ello antes de que el Morán cerrara sus puertas en el año 1985.

El Bierzo las albergó y en El Bierzo se quedaron. Es la localidad berciana de Villaverde de la Abadía, perteneciente al municipio de Carracedelo, la que lleva cerca de cuatro décadas atesorando buena parte de los asientos del legendario cine.

Se trata de 150 butacas del Morán que se guardan con mimo en la nave situada en el espacio que ocupaba la antigua la huerta parroquial que cada año alberga el tradicional belén y en su segunda planta acoge un salón de actos para la realización de diferentes actividades.

«Lo utilizamos para hacer algunas representaciones los días de Navidad», explica el cura, Leonardo Fernández. Un espacio que también sirve de escenario para los encuentros de asociaciones de jubilados y pensionistas que parte del año, principalmente los meses de mayo y junio, en puertas del verano, «tienen allí sus representaciones teatrales», remarca el párroco.

Tras el cierre del cine Morán su dueño, Adriano Morán, propietario también del Edesa y del Teatro Principal, decidió que su legado cobrase nueva vida para dar servicio en otros menesteres y buena parte de él fue a parar al municipio de Carracedelo.

«Cuando lo dejaron el propietario al deshacerse de las cosas pensó en cómo se podrían aprovechar y como teníamos cierta relación con esa persona donó las 800 o 900 butacas que había y las hemos repartido por varios pueblos, en Villaverde de la Abadía, en Villadepalos y en algunos pueblos cercanos de Carracedelo», relata el párroco de Villaverde de la Abadía.

Morán «tenía en Posada del Bierzo sus propiedades», recuerda el cura, y de esa forma «se aprovechó la coyuntura de hacer un doble servicio y de alguna manera perpetuar un cine que siempre tuvo mucho movimiento porque las compañías que venían de Madrid para Galicia siempre paraban en Ponferrada, bien para el Adriano, bien para el Edesa o bien par el Morán», relata Leonardo Fernández.

Así, son cerca de 150 las butacas del cine Morán que siguen escribiendo los renglones de la historia desde Villaverde de la Abadía. El resto hasta las 900 «se han repartido por iglesias del municipio, en los coros y demás», explica el párroco.

Para esta localidad albergar este legado vinculado con el séptimo arte en la capital berciana «significa mucho», teniendo en cuenta que «por circunstancias de la vida tuvieron que dejarlo y en vez de tirarlo o venderlo pensaron muy bien en donarlo a estas parroquias», concluye Fernández.

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