La Catedral de Astorga acoge el 29 de mayo la ceremonia de beatificación de las mártires laicas de la capital maragata

Al respecto, Castro destacó que el acto es un «acontecimiento de primera importancia» que convertirá a Astorga en «centro de la iglesia universal» por un día. El cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, presidirá la solemne eucaristía que se retransmitirá por 13TV, así como por 'streaming' a través de los canales de la Diócesis. Varios obispos españoles, así como el nuncio apostólico en España, Bernardito Auza, asistirán a la celebración.

La noche anterior, a las 22.00 horas, el obispo presidirá una vigilia de oración en la capilla del Seminario Diocesano. Esta celebración conectará en tiempo real con otras tres vigilias que tendrán lugar de manera simultánea en Ponferrada, O Barco de Valdeorras (Ourense) y Villardeciervos (Zamora).

Los actos se completan con un ciclo de conferencias en el que participarán el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, el sacerdote e historiador Miguel Ángel González y la postuladora de la causa para la beatificación de las mártires de Astorga, María Victoria Hernández. El ciclo arrancará el martes 18 de mayo con una charla sobre la persecución religiosa en España en el siglo XX, a cargo del obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez.

Estas conferencias se celebrarán tanto en el Teatro Diocesano de Astorga como en el colegio San Ignacio de Ponferrada, para favorecer el conocimiento de la figura histórica de estas mujeres en todo el territorio de la Diócesis. Además, el Obispado ha hecho llegar a las distintas parroquias una carpeta de materiales con textos para la reflexión y la oración centrados en la vida de estas tres mártires.

Por su parte, el obispo de Astorga, Jesús Fernández, puso en valor el «testimonio de coherencia y valentía» que supone el martirio sufrido por estas mujeres. «Más que enseñar a morir nos enseñan a vivir», subrayó Fernández, que remarcó que las mártires no estaban vinculadas a ninguno de los dos bandos en contienda en la Guerra Civil. «Fueron tres vidas guiadas por el sueño de curar heridas», apuntó el obispo, que recordó que Olga, Octavia y María Pilar formaron parte del voluntariado sanitario organizado por la Cruz Roja.

En octubre de 1936, las tres mujeres, de 23, 25 y 41 años fueron apresadas por las tropas republicanas en la zona asturiana de Pola de Somiedo. Tres milicianas acabarían con su vida al día siguiente, después de someterlas a vejaciones para que renegaran de su fe. Dos años más tarde, sus restos pudieron ser recuperados y trasladados a la Catedral de Astorga, donde descansan hasta el día de hoy.