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La acusada llega a la Audiencia. Foto: Campillo | Vídeo: N.Brandón

Las defensas del caso de la mujer que simuló su secuestro piden la libre absolución y apuntan a fallos en la instrucción

El Ministerio Fiscal califica de «mero teatro para incitar al error en los hechos» la actuación de la acusada y le achaca los delitos denuncia falsa y detención ilegal por haber privado de libertad a la víctima

Miércoles, 5 de febrero 2020, 17:46

El caso de la mujer que simuló su secuestro en Bembibre y que provocó la detención de su expareja ha quedado visto para sentencia.

La Audiencia Provincial de León ha acogido la última sesión donde las partes han expuesto sus conclusiones, mientras que los dos acusados -la mujer, Vanesa G.G. y el amigo Fernando V.A.- no han querido ejercer su derecho a última palabra ante el tribunal.

En una larga jornada, con cerca de tres horas de lectura de conclusiones, la fiscal ha asegurado que los hechos a juzgar han quedado «acreditados con pruebas concluyentes» que deben condenar a la autora y a su supuesto cómplice necesario a once años y seis meses y diez años y ocho meses de prisión, respectivamente, para cada uno de ellos.

Tras el fingido secuestro de la acusada, el Ministerio Fiscal ha insistido en que lo ocurrido después fue «un mero teatro para incitar al error en los hechos». «No se trata de algo burdo, es algo muy pensado, un plan perfectamente organizado», ha recordado en la sala.

El abogado y la procuradora acompañan a Vanesa G.G. Campillo

Además, la fiscal entiende que su calificación debe recoger no sólo la falsa denuncia «algo que está acreditado», por la serie de amenazas que la propia Vanesa recibió y que fueron remitidos desde un ordenador con la IP de su cooperador; sino también le atañe el delito de detención ilegal «porque consiguió la privación de libertad de su expareja I.R.G.».

Sobre Fernando, el ministerio público entiende que proporcionó «la clave» de la instrucción al señalar a Vanesa como autora intelectual del delito, aunque ve incongruente y sin sentido que no acudiera ante las autoridades. «Fernando es cooperador necesario porque favorece que se creen conatos necesarios y no hay ningún eximente para ello».

La acusación particular se adherido al escrito de la Fiscalía con la única salvedad de la indemnización solicitada por I.R.G., que pasaría de los 18.000 euros a los 30.000 euros.

Las defensas piden absolución... o penas menores

«No todo lo que parece es lo que al final se acredita». Así se ha postulado el letrado de Vanesa sobre la inocencia de su clienta. El abogado de la defensa ha criticado que se presente a la acusada«como una matahari, una viuda negra o Sherlock Holmes», capaz de pergeñar con minuciosidad todos los hechos que ha esgrimido la fiscal.

José Luis Pérez ha asegurado que en el «peor de los casos» aceptarían de seis a doce meses por simulación de delito y confían en la sala para ello, al igual que lo hacen para aplicar los eximentes -actuación por obcecación, estado de necesidad y miedo insuperable- ya que lo demás«son fuegos de artificio».

Ambos abogados de las defensas han manifestado su descontento con la instrucción, que han calificado de «malísima» o «muy deficiente» al haber aplicado pruebas que «carecen de fundamento» y más en un caso como este donde se piden penas de más de diez años de prisión.

En este sentido, el letrado de Fernando, Ramiro Pacios, ha pedido la libre absolución por la denuncia falsa y ha descartado que exista el grado de cooperador necesario en su cliente. De forma subsidiaria, sí entiende que «la mera actuación de llevar a Vanesa a Bembibre y la discusión sobre quién ató las manos y la amordazó podría ser entendida como complicidad, menos gravosa que la cooperación».

Tras renunciar los dos acusados a hacer uso de su derecho a última palabra, el juez ha dado por concluida la vista y el tribunal debatirá ahora la sentencia que dará a conocer en los próximos días.

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