Dos madres y sus hijas que han conseguido escapar de la guerra en Ucrania intentan poco a poco volver a la «normalidad» en el municipio berciano de Fabero. Residen en una de las viviendas municipales y ya han sido empadronadas, por lo que el próximo ... viernes se trasladarán a León para iniciar los trámites en Inmigración para regularizar su situación como refugiadas. Así lo apuntó la alcaldesa de Fabero, Mari Paz Martínez, que aseguró que ahora mismo «eso es lo más importante, que todas las familias que lleguen aquí de Ucrania estén bajo el paraguas de refugiados, que es lo que son».
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Después de unos días de descanso, estas mujeres relataron el «infierno» que vivieron para escapar del asedio ruso. «Estuvieron más de siete días en una especie de sótano, de búnker, con humedad y que no estaba en condiciones y el resto del camino lo hicieron andando», indicó la regidora faberense, a la que también contaron que en Ucrania han dejado a sus familias. «Sus parejas están allí, una de ellas está casada, la otra está separada pero tiene muy buena relación con su ex marido y hablan con ellos a través del wifi», añadió.
Aunque tienen claro que quieren volver a su país, estas cuatro refugiadas, que continúan con las emociones a flor de piel, se van adaptando a la vida en Fabero, un cambio «duro» puesto que vienen de una ciudad muy grande, Járkov. En la localidad berciana salen a caminar, van a comprar, se hacen su comida e incluso está previsto que las niñas comiencen el próximo lunes las clases, con lo que «ya va a ser otra vida». Además, la alcaldesa aseguró que se pondrán en contacto con alguna ONG que lleve el tema de los refugiados para que les puedan poner cuanto antes un profesor de español «porque ellas quieren aprender español para que en el tiempo que estén aquí puedan comunicarse con la gente».
Por el momento, durante el tiempo que dure su estancia en Fabero el Consistorio ha decidido suprimir la sirena del Pozo Julia, ya que les recordaba a los avisos de ataques aéreos de las últimas semanas. «Aunque les hemos explicado que es un museo, a las niñas las altera mucho porque dicen que allí al principio sonaba alguna vez pero luego era todo el día a todas horas, así que la sirena no va a sonar esta temporada», señaló la regidora.
Con todo ello, el Ayuntamiento de Fabero espera la llegada de otras siete personas ucranianas para las que ya tienen una vivienda preparada y Mari Paz Martínez quiso agradecer la labor de las personas anónimas de Ponferrada que están haciendo posible la llegada de refugiados.
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