Fuente de Oliva invita a la Junta a «bajar al barro» y no hablar «desde un atril en Valladolid»

La última ha sido firmada por el consejero de Presidencia de la Junta de Castilla y León, Ángel Ibánez, y viene a responder a las palabras del presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Desde Fuentes de Oliva han querido responder «de la misma forma que han hecho ellos, por los medios» y asegura el pedaneo de la localidad que «en contra de sus afirmaciones de proactividad, no hay respuesta oficial a nuestra petición por escrito no nos consta haber recibido, a menos que la mandara por carretera», remarca con ironía Fernando Cerezales.

En la localidad se han tomado estas declaraciones como «una bronca por montar líos», pero mantienen que «lejos de arrimar el hombro, lo separa y se desentiende de las responsabilidades del gobierno».

«Ningunea a todo un presidente de comunidad por mostrarnos simpatía y desconocer la ley al mismo tiempo», remarca Fernando Cerezales, quien insiste que «esa ley a la que alude sin pudor y que nos obliga a pagarles el aprovechamiento de pastos y montes, que nos obliga a pagar el IBI de nuestras casas y el impuesto de circulación para llegar hasta ellas, pero las penurias para acceder a sus puertas parece no ser de su incumbencia».

«Ciertamente, no es que nos queramos ir, es que nos echan», lamenta el representante vecinal, quien seguirá luchando para que se escuchen sus reclamaciones antes de que Fuentes de Oliva vuelva «a ser esa aldea, aunque simpática, habitada por perdedores pueblerinos».

Tras esta respuesta, también llega una invitación. «Le emplazamos pues para que, literalmente, baje al barro y que a bordo de un vehículo adecuado, visite esta también literal espinosa frontera en Fuente de Oliva, para tomar decisiones in situ y no desde detrás de un atril en Valladolid».

El presidente gallego respondía a una pregunta de los lectores de La Voz de Galicia asegurando que «todo el que quiera ser gallego podrá venir a vivir aquí y será acogido con los brazos abiertos».

En el caso concreto de Fuentes de Oliva, aseguraba que no tenía ningún problema «en hablar con el presidente Mañueco y ver soluciones a esta situación». Feijóo habló de «simpatía» hacia la zona berciana y la preocupación de los siete vecinos de Fuentes de Oliva y Ángel Ibáñez recpordó que «la ley se rige por otras cuestiones y no entiende de simpatías».

El consejero de Presidencia tiró balones fuera y manifestó que «el desapego viene motivado por deficiencia en infraestructuras que deben proveerse por parte de la Diputación».