El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León ha sido informado este jueves, 19 de diciembre, del coste final de las obras de emergencia que se están ejecutando en Páramo del Sil tras el derrumbe del talud en la CL-631 que va de Ponferrada a Villablino, ocurrido el pasado mes de mayo.
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De este modo, la Junta ha incrementado el presupuesto en 1,5 millones de euros, respecto a los 400.000 euros iniciales. Y es que la estimación inicial de los trabajos se efectuó partiendo de una valoración previa y de un informe geológico preliminar realizado en un momento muy inicial de los trabajos, sin un levantamiento topográfico de detalle ni acceso directo a la zona del desprendimiento.
Por tanto, la solución técnica de estabilización del talud que se está ejecutando ha sido redactada una vez que se disponía de un levantamiento topográfico de detalle y el acceso a las zonas afectadas, aseguran desde el Gobierno autonómico que afirma que, tras la ejecución de las soluciones previstas, se ha aumentado notablemente el volumen de obra. Entre ellos, el saneo de material susceptible de desprenderse y la excavación para dotar al talud de una geometría «que permita estabilizar el material desenraizado y evitar futuros desprendimientos».
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A todo ello, la Junta suma la necesidad de ejecutar un desvío en el terraplén hacia la margen izquierda de la carretera para construir un vial provisional «que, mediante tráfico alternativo en ambos sentidos de circulación, permita compatibilizar el tránsito por la carretera con la ejecución de las obras en condiciones de seguridad, así como la necesidad de restituir la carretera a su situación original».
Cabe recordar que el desprendimiento del talud se produjo tras unos días de lluvias persistentes en la zona. El material natural desprendido ocupó totalmente la calzada lo que, unido a los arrastres que se venían produciendo y el riesgo de desprendimiento del material suelto del talud, ocasionó que la carretera se encontrara cortada al tráfico.
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«Era por tanto necesario sanear el talud de roca para garantizar la seguridad de la zona mediante la excavación del material suelto en toda su extensión, el saneo del material rocoso degradado y el aseguramiento del talud», concluyen.
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