La llegada de familias jóvenes dan vida y futuro a Peranzanes

La comarca del Bierzo es una zona cada vez más envejecida, donde la falta de oportunidades laborales están haciendo que la población más joven se marche para labrarse un futuro. Por ello, los ayuntamientos del medio rural berciano están luchando 'con uñas y dientes' contra esa despoblación, como es el caso de Peranzanes.

Este municipio, situado en el valle de Fornela, cuenta con 269 habitantes, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), cinco menos que en 2022, y en los últimos diez años solo ha registrado cinco nacimientos. Con una población cada vez más envejecida busca asentar nuevos habitantes para evitar quedar en el olvido.

Para ello, su alcaldesa, Henar García, tiene en mente nuevos proyectos destinados a jóvenes, en los que ya está trabajando pero que «van muy despacio», por lo que no ha querido desvelar nada. Lo que sí que está ya en marcha y que esperan inaugurar en el mes de mayo es el coworking en la parte de abajo del albergue de Chano, que en la actualidad está en obras, y con el que confían en poder ofrecer a turistas un espacio que les permita trabajar y al final alargar sus estancias o incluso a personas que quieran establecerse en el municipio.

Pero además de los proyectos, nuevas familias están llegando al municipio para quedarse y establecer sus hogares en los diferentes pueblos. El último caso es el de una familia de Salamanca que acaba de firmar el contrato para llevar la gestión del albergue de Peranzanes.

Es un matrimonio con hijos que prevé abrir a partir del mes de junio, ya que quieren que los niños terminen el curso escolar para mudarse al valle de Fornela «y su intención es quedarse, así que estamos muy contentos de que venga gente a nuestro municipio», comenta la alcaldesa.

El albergue llevaba cerrado desde septiembre, tiempo que ha aprovechado el ayuntamiento para realizar una serie de mejoras necesarias. Aunque también cuenta con cuatro bungalows que «funcionan muy bien todo el año» y que hasta el momento ha estado llevando el propio consistorio. De hecho, cuenta con turistas todo el año, aunque de mayo a septiembre es cuando tiene una mayor ocupación, al igual que durante los puentes de octubre, diciembre o Semana Santa.

Por tanto, esta familia se une a la pareja que ya se ha instalado en Guímara para llevar el bar del pueblo y que llegaron desde Canarias. Además, en los próximos meses se sumará otra en otro de los pueblos del municipio que harán de Peranzanes su nuevo hogar.

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