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Las lluvias aguan la vendimia en El Bierzo y provocan daños en los viñedos que mermarán la cosecha rebajando las previsiones iniciales de 12 a 10 millones de kilos.
«Sí que sabemos que hay uva afectada porque al final tanta agua hace que se rasgue y se empiece a pudrir, si no se recoge y al tener agua tampoco madura lo suficiente con lo cual una vendimia está siendo muy complicada que habrá que trabajar mucho en bodega», lamentó el presidente del Consejo Regulador, Adelino Pérez.
Con la vendimia ya casi al 70%, los viticultores reconocen que está siendo una recolección «muy dura» por las lluvias «que no nos han dejado ventanas abiertas para que la uva secase y en algunos caso se ha llegado a estropear», explicó Pérez. Todo ello cuando «este año que teníamos una gran cosecha pero cuanto más lluvia peor», subrayó.
De momento, desde la DO Bierzo creen que la cantidad de uva que podrá entrar finalmente en las bodegas de la comarca adscritas al sello de calidad de los vinos si situará entorno a los 10 millones de kilos aunque ya este lunes se habían superado ya los 8 millones. «Todavía queda mucha uva por vendimiar lo que no sabemos es en qué condiciones está», apuntó su presidente.
De cara a cuantificar los daños provocados por el agua en los viñedos, el Consejo Regulador asegura que todavía no se puede hacer una valoración porque «hay que ir mirando parcela por parcela e ir viendo los racimos».
Así las cosas y con más de dos semanas de trabajo aún por delante, las bodegas de Villafranca del Bierzo, Cacabelos y Camponaraya serán las primeras en poner el broche a la vendimia 2023 en la comarca que cerrará Ponferrada «porque siempre es más tardía», concluyó Adelino Pérez.
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