Grabación en cemento de la marca donde llegó el agua en Puente de Domingo Flórez en 1959. Ana Gago

Así se medía el nivel de los ríos en El Bierzo: «Hubo una riada y mi padre lo grabó en el cemento»

«Fueron 4 metros de altura que, hasta entonces, nunca se había visto»

Ana Gago

Ponferrada

Viernes, 15 de noviembre 2024, 08:20

Hace décadas el caudal de los ríos no se media como en la actualidad. Si en general, todos los trabajos eran más rudimentarios, el de medidor de ríos era particular y fue variando con los años.

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Delia Uría tiene 82 años y su familia se encargó de medir el nivel del caudal del río Cabrera a su paso por Puente de Domingo Flórez desde finales de 1890. «Mi bisabuelo fue el primer caminero que hubo en esta zona, se encargaba de mantener limpia la vía y las cunetas, y le encargaron también la medición del caudal del río», explica.

Hoja de medición Ana Gago

Por aquel entonces, se medía a través de una escala. «La mirábamos una vez a la semana o cuando llovía para anotar lo que había subido», recuerda Delia. Al final de mes, enviaban los registros a la Comisaría de Aguas del Norte, que se situaba en Oviedo.

Su bisabuelo se llama Miguel Rodríguez y cuando él se retiró como medidor del río este cargo pasó a su abuelo, José León y de su abuelo pasó a su padre, José Uría. Finalmente, cuando este se jubiló, Delia ocupó el puesto hasta que el sistema de medición se modernizó, en torno a los años 80.

Río Cabrera a su paso por Puente de Domingo Flórez Ana Gago

«Eso no daba para vivir pero era una paga que tenías todos los meses. Cuando me encargaba yo se hacía a través de un aparato en el que se metía una hoja y se veían las variaciones. Esto ya era más moderno, porque antiguamente se apuntaba en una hoja el día y los metros en los que estaba el caudal a través de la escala», cuenta esta berciana.

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En el año 1959, cuando el cargo todavía era de su padre, «hubo una riada muy grande y le dijeron que marcase en algún sitio hasta dónde había llegado el agua», asegura Delia.

Entonces, para que nunca se olvidase la riada, «echó cemento en una pared y lo que escribió todavía está intacto a día de hoy: año 1959, mes de noviembre, día 20, a las 15 horas subió el agua. Fueron 4 metros de altura que, hasta entonces, nunca se había visto».

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