Un desprendimiento de tierras y rocas mantiene cortada la carretera CL-631, entre Ponferrada y Villablino, a la altura del kilómetro 33, en el municipio de Páramo del Sil. La Guardia Civil permanece en la zona dado que la caída de rocas es continua y se ha establecido un itinerario alternativo por la LE-711, hacia Fabero.
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La alcaldesa de Páramo del Sil, Alicia García, reconoció a Ical que no sabe cuando se podrá reabrir el tráfico ya que los desprendimientos se vienen produciendo desde la tarde de ayer lunes, aunque «en los últimos meses es continuo, especialmente cada vez que llueve». «Ya ayer hubo vehículos que tuvieron pequeños accidentes y reventones de ruedas. Avisamos y por fin la han cortado. Pero esto es continuo desde hace meses y es un peligro porque han caído rocas incluso sobre un autobús escolar», añadió.
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García lamenta que de momento no tiene noticias de la Junta de Castilla y León y no han llegado máquinas para intentar reabrir el tráfico. «El jueves mantendré una reunión con la dirección provincial de carreteras, pero necesitamos una solución», precisó.
De momento es necesario desviarse unos kilómetros para poder continuar hacia Villablino, pero García cree que es la mejor alternativa «para poder circular con seguridad».
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