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I. Santos
León
Miércoles, 15 de enero 2020, 19:21
Ocho acusados, entre ellos dos matrimonios, se enfrentan a un total de 54 años de prisión y una multa de 625.462 euros por un delito de tráfico de drogas con grave daño a la salud pública. Una trama que fue investigada durante meses ... por la Policía Nacional y que finalizó con la detención de los ocho acusados el pasado 28 de septiembre y el ingreso en prisión de dos de ellos.
La Audiencia Provincial de León acoge la celebración los próximos 24 y 25 de febrero de 2020 a partir de las 9:30 horas un juicio por delito de tráfico de drogas con grave daño a la salud con origen en el juzgado de Instrucción número 7 de Ponferrada.
Los hechos se destaparon a través de las investigaciones de la Policía Judicial de Ponferrada al tener conocimiento de un grupo de personas que se dedican a la venta de sustancias estupefacientes de distintos tipos. Una actividad que realizaban en la comarca berciana, principalmente en Ponferrada, pero que tenía su inicio en Pontevedra.
La Policía Nacional comienza una investigación en marzo de 2018 por la que empiezan a «vigilar los movimientos de estas personas con intervenciones telefónicas y vigilancias» y que finaliza en septiembre de ese mismo año con la detención de los actuales acusados.
D.C.C. y su pareja M.C.A. llevan a cabo viajes programados cada mes y medio «aproximadamente» desde su domicilio familiar en Catoira, en Pontevedra, hasta la capital berciana. Los viajes tenían como fin «suministrar cocaína a gran escala» para M.C.P.O., según aparece relatado por la fiscal en el escrito de acusación del caso.
Una trama en la que los ocho acusados se organizaban a la perfección y durante meses fueron investigados hasta que la Policía Nacional tuvo certeza de los delitos y pudo actuar. Tal como relata la fiscal en el escrito de acusación remitido a la Audiencia uno de los procesados ya contaba con antecedentes penales a efectos de reincidencia, condenado en 2013 por sentencia firme por tráfico de drogas a 3 años de prisión. Otros dos de los acusados mantienen antecedentes penales, aunque no son computables a efectos de reincidencia y en el resto de los encausados no constan antecedentes.
Cuando la droga llegaba a Ponferrada era vendida en un bar de la ciudad por M.C.P.O y su mujer D.P.P.G. El matrimonio utilizaba su negocio, con todos los papeles en regla, para tapar la venta de la cocaína en la capital berciana mientras, J.P.M. se encarga de distribuirla por la comarca. El varón ayuda al matrimonio y vende la cocaína en la zona de Bembibre y localidades aledañas.
El 28 de septiembre de 2018, el matrimonio que se dedicaba a traer la cocaína desde pontevedra es detenido en un dispositivo policial en Camponaraya cuando se iban a encontrar con la pareja que hacía la venta en Ponferrada.
Tal como relata la fiscal en el escrito de acusación, la Policía registra el vehículo y localiza bajo el asiento trasero del coche un paquete cuadrado que contiene, tras análisis y pesaje, 1.000 gramos de cocaína con una riqueza del 82% .
El mismo día detienen a M.C.P.O. cuando iba a encontrarse con el matrimonio, saliendo en su vehículo de una vivienda que tenía alquilada en Ponferrada. En el registro del coche los agentes encontraron «una bolsa de plástico en la que había varios paquetes con billetes de 200, 100, 50, 20, 10 y 5 euros». Entre todo sumaban un total de 33.000 euros destinados al pago de la droga.
Al tiempo que M.C.P.O y su mujer se dedicaban a la distribución de cocaína, también tenían una finca rústica de 1.700 metros en el barrio la Martina de Ponferrada donde cultivaban una «gran plantación de marihuana».
La finca estaba alquilada en colaboración con I.G.N. y entre ambos vendían el cannabis con la colaboración de A.V.B que distribuía la mercancía en lugares de ocio de Ponferrada. Uno de sus clientes, según relata la fiscal era A.G.N que a su vez también colaboraba en la venta de la marihuana.
Tras las detenciones, el mismo 28 de septiembre se autoriza la entrada y registro de diversos domicilios y locales de los implicados. El escrito de acusación recoge que en el domicilio de M.C.P.O. se requisaron 35,22 gramos de cocaína con una riqueza de 71,62%, 0,6 gramos de cocaína sin riqueza, 3,24 gramos de anfetamina con una riqueza del 18,65%, metanfetamina, manitol, heroína y sustancias no sometidas a fiscalización. También se localizó en el piso dos balanzas de precisión, 850 euros, folios con anotaciones de fechas, esquejes, semillas y un teléfono.
En el registro de la vivienda de D.C.C. en Pontevedra se encontraron 1,6 gramos de cannabis con una riqueza del 33%.
En la finca que cultivaban la marihuana fueron intervenidos 471,7 gramos de cannabis con una riqueza del 18,5% (tres tarros de cristal conteniendo cogollos de marihuana) y cannabis en plantas con un peso de 1276,36 gramos y una riqueza del 5,74% (659 plantas de marihuana de diferentes tamaños). También se intervinieron distintos objetos para el cultivo, elaboración y manipulación de marihuana.
Tras los análisis oportunos de la Policía se ha determinado que el valor de las muestras intervenidas en el mercado ilícito ascendía a 214.433 euros en dosis de cocaína, 83.68 euros de anfetamina vendida en gramos, 7,74 euros de metanfetamina y 8.888 euros de cannabis.
La fiscal ve en los hechos relatados un delito de tráfico de drogas que causan grave daño a la salud, a excepción del cannabis que no es considerado como 'grave daño'. Por todo ello, pide nueve años de prisión y una multa de 122.312 euros para los dos matrimonios y el distribuidor de la cocaína en Bembibre y una pena de tres años de prisión y una multa de 4.634 euros para los otros tres implicados en el negocio del cannabis.
Tras las detenciones y los registros se decretó prisión provisional comunicada y sin fianza para M.C.P.O. y D.C.C.
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