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El potaje de Vigilia o de Cuaresma es uno de esos platos típicos de la gastronomía española por excelencia, que se come sobre todo en Semana Santa, al igual que las torrijas. Su origen es religioso, ya que la Iglesia Católica prohibía comer carne los viernes de Cuaresma.
Su inclusión dentro de los denominados platos de vigilia está muy relacionada con la llegada del bacalao en salazón al interior de la provincia, allá por la época medieval, por lo que sumado a esa abstinencia del consumo de carne durante la Pasión, lo hizo muy recurrente y ha llegado hasta nuestros días, con variaciones en cada casa dependiendo de las diferentes zonas del país.
¿Pero qué necesita un buen potaje de vigilia? Lo fundamental, los garbanzos, las espinacas y como no, el bacalao, que acompañados de huevos y panecillos hacen de este plato un rico manjar que cualquiera puede hacer en su casa.
Tiempo de preparación
20 minutos
Tiempo de cocción
1 hora y 30 minutos
Tiempo total
1 hora y 50 minutos
Comensales
4
Calorías
295
Categorías
Legumbres
Para el potaje:
400 gramos de garbanzos
200 gramos de espinacas
3 huevos cocidos
Bacalao al gusto
½ pimiento verde
½ cebolla
2 dientes de ajo
1 tomate natural
Pimentón
3 hojas de laurel
Sal
Aceite
Para los panecillos:
Miga de pan de media barra
2 dientes de ajo
Perejil
1 huevo
Dejar a remojo los garbanzos durante 12 horas. Pasado ese tiempo cocerlos -una hora y media en olla normal y 45 minutos en olla exprés- en agua con las hojas de laurel. Mientras se cuecen, dar forma de panecillos a la miga de pan, previamente rehogada con un majado de ajo y perejil y huevo.
Rebozar el bacalao en harina y huevo y freír en abundante aceite, donde también habrá que hacer los panecillos tras pasarlos por pan rallado. Reservar.
En el mismo aceite pochar las verduras cortadas -pimiento, cebolla y ajo- y después incorporarle el tomate. Una vez hecho, volcar el sofrito en los garbanzos cocidos -sin escurrir el agua-. Dejar que hierva y luego añadir las espinacas. Pasados cinco minutos, incorporar los panecillos, los huevos cocidos previamente y el bacalao y esperar hasta que se mezclen bien los sabores. Apagar el fuego y ya estaría listo el potaje de vigilia.
Consejo: servir al día siguiente.
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Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
Clara Alba, Cristina Cándido y Leticia Aróstegui
Javier Martínez y Leticia Aróstegui
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