Mari Paz Prada, paciente de Oncología
Radioterapia en El Bierzo: «Ahora voy en mi coche y en quince minutos estoy en casa»Mari Paz Prada, paciente de Oncología
Radioterapia en El Bierzo: «Ahora voy en mi coche y en quince minutos estoy en casa»En 2018 le diagnosticaron cáncer de mama y a partir de ese momento comenzó para Mari Paz Prada su calvario. No hubo quimio pero sí un tratamiento con 35 sesiones de radioterapia que se le hicieron demasiado cuesta arriba al verse obligada a desplazarse en otras tantas ocasiones en ambulancia a León porque el Hospital del Bierzo ni contaba ni cuenta todavía a día de hoy con una unidad con acelerador lineal para tratar a los pacientes oncológicos.
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«Lo llevé fatal, eran muchas horas en la ambulancia y me echaba allí toda la mañana o toda la tarde», recuerda Mari Paz. Ella optó por las mañanas para recorrer los 236 kilómetros de un viaje de ida y vuelta que separan Ponferrada y la capital de la provincia para recibir el tratamiento «porque así llegaba para recoger a las niñas al cole».
Pero eran pocas las ocasiones en las que lo conseguía. «La mayoría de las veces no llegaba y tenía que estar dependiendo siempre de alguien», relata esta ponferradina, que aún recuerda las jornadas maratonianas de hasta ocho horas que tenía que hacer cuando le tocaba radiarse en el Complejo Asistencial Universitario de León (Caule). «Había días que me marchaba a las 7 de la mañana y venía a las tres de la tarde, con dos niñas pequeñas, para mi el tema del viaje era lo peor».
Mari Paz recuerda que en la ambulancia que los desplazaba a León «íbamos siete personas, cada uno de un sitio» y como una vez ya en el Caule aguardando el tratamiento con radioterapia «las esperas eran largas porque cuando no fallaba una máquina fallaba otra, tenía que venir un técnico, la tenía que arreglar o había alguien en consulta que tardaba». Asegura que Sacyl le daba la opción de quedarse allí en un hotel «pero claro, yo tenía dos niñas pequeñas, e ir y venir en mi coche y tampoco me parecía lo correcto».
«Era un poco rollo», por eso se negó a tener que pasar por la misma situación cuando una recidiva de su cáncer de mama llamó de nuevo a la puerta en el mes de mayo de 2024. Primero llegó la operación y luego la quimioterapia. Fueron 16 sesiones en total, «cuatro fuertes de estar sentada en el hospital de día cuatro o cinco horas y doce de menos horas, aunque al final se acababa alargando porque en Farmacia también fallaban un poco porque tardaban muchísimo en subir las medicaciones».
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A continuación, tocaba el tratamiento con radioterapia que todavía hoy afronta. «Como ya había pasado 35 sesiones en la vez anterior en León lo primero que le dije a mi oncólogo es que como sea en León me niego a que me radiéis, no porque sea en la sanidad pública ni en la privada, es por el tema del transporte», recuerda Mari Paz.
A diferencia de lo que ocurrió en 2018 cuando afrontaba el primer proceso de su enfermedad, en 2024 la puesta en marcha de la Unidad de Radioterapia en Clínica Ponferrada y el contrato de Sacyl con el centro berciano le abrió una nueva puerta ofreciéndole la posibilidad de elegir donde realizar el tratamiento, en Ponferrada o en León.
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«Fue el oncólogo el que me dijo estate tranquila, ahora todos los pacientes que se tengan que radiar lo hacen en la Clínica de Ponferrada, a no ser que tú específicamente digas que quieres ir a León», indica esta ponferradina. Precisamente ella ha sido una de las 331 ciudadanas de las comarcas del Bierzo y Laciana tratadas en el primer año de andadura de la Unidad de Radioterapia impulsada por el grupo Recoletas en la sanidad privada de la comarca.
«Me llevé una inmensa alegría, las cosas como son, cuando el oncólogo me dijo eso, porque al principio sabía que había gente que la mandaban aquí pero a otra la seguían mandando a León, entonces estaba con esa incertidumbre, ¿me tocará aquí o me tocará en León?», explica.
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«En el primer tratamiento en León las máquinas eran más antiguas y fueron 35 sesiones, cuando ahora aquí es una máquina mucho más moderna», señala Mari Paz, que destaca los beneficios que ha supuesto la posibilidad de tratarse en su misma ciudad sin tener que desplazarse a León para recibir el mismo tratamiento a su enfermedad que en el 2018 le obligó a cargarse de horas de trastornos a la espalda. «En ese momento lo llevé fatal por el tema de tantas horas en la ambulancia y ahora voy en mi coche y en quince minutos estoy en mi casa», destaca.
Mari Paz es una de las caras visibles de OncoBierzo, la plataforma ciudadana de enfermos y familiares de cáncer de la comarca y firme defensora de la sanidad pública. No obstante, asegura que se decantó por la opción de Recoletas por la comodidad. «Soy una de las personas que me fastidia porque tenemos que luchar por la sanidad pública pero claro, a la hora de tu comodidad es mucho mejor tenerlo cerca y al final eliges el ir aquí», asevera. «Al final miré por mi bienestar», remarca.
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Ella sigue adelante con su tratamiento con radioterapia en Ponferrada. Entiende que la implantación en la sanidad privada ha sido un paso adelante que le ha facilitado mucho las cosas pero pide que se agilice su implantación en el Hospital del Bierzo, donde confía que llegue más pronto que tarde. «Prometen que sí, que en dos o tres años pueda ser una realidad y yo espero que sí, que por fin veamos la realidad de lo que están prometiendo», concluye.
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