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En la Audiencia Provincial de León, un lugar que no le es desconocido, el empresario minero Victorio Alonso ha remarcado este lunes que él no era responsable «de nada» en la explotación de Nueva Julia.
En la sala y de forma vehemente el empresario ... ha remarcado que nunca piso la explotación, que ignora quién la restauró y que dejó la administración en 2010, por lo que se siente ajeno a cualquier delito contra el medio ambiente.
Alonso ha sido persistente en sus planteamientos: no es responsable de nada, no sabe nada y no debería estar en el banquillo.
En esa línea se ha intentado distanciar de los delitos que se juzgan en este caso al mismo tiempo que ha remarcado que si la explotación de Nueva Julia invadió el municipio de Villablino en 15 hectáreas fue algo «insignificante».
«No es lo mismo 15 hectáreas en la Castellana que en el mundo rural», ha venido a señalar en la sala.
Mientras el Gobierno de España reclama a Victorino Alonso y el jefe de explotación de Nueva Julia 24,3 millones de euros por gastos de restauración financiados por Estado y Junta (75% y 25%).
Alonso, eso sí, ha culpado a Feliciano Mateos si algo se hizo mal ya que éste era el director facultativo y responsable y ha asegurado que parte del problema generado llegó por los cambios en el Plan del Carbón, que obligó al cierre repentino de las explotaciones y no se cumplió el quinquenio.
Todo ello sin dejar de remarcar que los imputados que tendrían que estar en la causa son los que estaban en esa época y no él quien según insistió se desvinculó de la explotación en 2009.
Mientras las acusaciones mantienen una petición de 8 años para los implicados en la causa. La petición se justifica por un delito medioambiental (afección gravísima al medio ambiente sin restauración). Afecta a impacto en el agua, daño al habitat en zonas protegidas y a fauna en peligro de extinción (urogallo y oso cantábrico).
Además según el informe de la Junta solo se restauró una hectárea de 129 que debían dedicarse a ello.
Mientras, el otro acusado, Manuel Santamaría (jefe de explotación de 1998 a 2010), también ha culpado en sala al director facultativo y él asegura que restauraban lo que explotaban incidiendo en que en su caso «solo dirigía máquinas donde me mandaban».
La de este lunes no es la primera ocasión en la que el empresario minero Victorino Alonso se ve las caras con la justicia. Entonces el mpresario era propietario del coto de caza de Bastarás, de 2.000 hectáreas, y allí eliminó el yacimiento neolítico de la cueva de Chaves. Fue condenado a dos años de cárcel pero finalmente el Juzgado de lo Penal número 1 de Huesca le ha suspendido denitivamente la condena basándose, entre otras cosas, en que es insolvente para afrontar la elevada cuantía.
Alonso también fue condenado por la Audiencia Provincial de León a dos años y seis meses de prisión al considerar que es autor responsable de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente por la explotación ilegal de la mina El Feixolín, en Villablino.
En aquel caso se le impuso multa de 19 meses con una cuota diaria de 15 euros, y dos años y tres meses de inhabilitación especial para el desempeño de funciones de administración, dirección o gerencia de cualquier empresa de extracción o tratamiento de minerales. Sin embargo fue absuelto de los delitos sobre la ordenación del territorio y de prevaricación urbanística de los que era acusado.
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