Vuelve el belén de Pin y Pon con un guiño a la central de Compostilla

«Es un guiño a todos los trabajadores de la central térmica con motivo de la demolición de las torres de refrigeración y la chimenea», explica Marta, una de las creadoras de este Belén de Pin y Pon.

Esta colección comenzó en 1984, cuando Marta tenía 12 años y su hermana Natalia dos. En realidad, Marta comenzó esta tradición con sus tres hermanas pero, a día de hoy, es ella quien custodia esta colección.

Todo comenzó «cuando tenía 12 años y los Reyes Magos me trajeron una cajita de Pin y Pon», señala su creadora. «Venimos de una familia muy belenista. Mis abuelos eran belenistas y ese año a nosotras se nos ocurrió hacer un belén pero con estos juguetes», recuerda con nostalgia.

Lo curioso es que Marta y sus hermanas nunca jugaron con estos juguetes. «Nosotras íbamos comprando juguetes de Pin y Pon pero solo los utilizábamos para el belén y cuando pasaba la Navidad, lo volvíamos a guardar para el año que viene, como un belén normal», cuenta.

La primera vez que abrió sus puertas para el público, lo hizo en Almacenes Villarejo. «Lo expusimos en más negocios que hoy ya han desaparecido», puntualiza. «Desde el año 1994 lo exponíamos en Comercial Fico, un negocio familiar, y ganamos incluso premios con este belén».

Desde hace 11 años, el belén se expone en la localidad ponferradina de Espinoso de Compludo, donde «al principio lo colocábamos en las antiguas escuelas, después en la iglesia de San Miguel y, los últimos años en una sala de Artebaida».

Sin embargo, este año ha vuelto a la iglesia de San Miguel con un objetivo concreto. «Hemos vuelto a la iglesia para reivindicar su rehabilitación. Desde la asociación El Nogalón estamos trabajando en un proyecto, junto con dos arquitectos de Espinoso, para que arreglen esta iglesia», señala Marta.

El belén de Pin y Pon vuelve al templo de San Miguel para que todos sus visitantes puedan aportar su granito de arena a través de los donativos.

«Todos los años el belén de Pin y Pon cambia», devela Marta. Se trata de un belén interactivo en el que el visitante debe buscar los protagonistas que se indican en un cartel. «Cada uno de estos juguetes quieren decir algo, no están colocados al azar. Todos reflejan costumbres y tradiciones del Bierzo».

Además de la central térmica, este año se estrena el viaducto de Villaseca de Laciana con un tren como homenaje a los mineros. También se han ampliado Las Médulas.

Este belén abrió sus puertas el pasado 6 de diciembre y se podrá visitar hasta el primer fin de semana de febrero. Estará abierto los fines de semana y festivos en horario de 11.30 a 13.30 y de 16.30 a 20.30. Desde el 22 de diciembre hasta el 7 de enero —el periodo de vacaciones escolares—, el belén abrirá sus puertas también entre semana.

Este original belén, que se ha convertido en una de las mayores colecciones de Pin y Pon de España, recibe cada año entorno a 3.500 personas del Bierzo y de fuera de la comarca.