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La decisión de la UD Las Palmas -de reabrir las puertas de su estadio, bajo permiso del Gobierno de Canarias- ha abierto un torrente de opiniones sobre el regreso del público a los campos de fútbol en la 'fase 3', cuando las comunidades autónomas recuperen las competencias.
Francisco Igea, vicepresidente de la Junta de Castilla y León, se ha mostrado dispuesto a sentarse a hablar con los equipos para si es viable que los aficionados regresen a los estadios «siempre que se garantice la seguridad».
El consejero asegura que «unos equipos lo tendrán más fácil que otros», en función a la capacidad de sus estadios. En el caso del Toralín, la Ponferradina podría dar acceso a unos 3.000 aficionados, 1/3 del aforo del campo municipal, menos de la mitad de sus socios actuales.
Igea supedita todo al decreto del Gobierno, que redirigirá estas decisiones a las comunidades autónomas y recuerda que su postura es la de «mantener, siempre que se pueda, si el virus circula, las medidas de higiene y distancia social y lo haremos en todos los ámbitos que seamos responsables».
Si tuvieran esa autoridad, la Junta insiste en que se deberá garantizar la distancia de dos metros, la higiene suficiente de los asientos o el uso de mascarillas entre los aficionados.
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