«Hay más empleados en una frutería que en un banco»

En la capital berciana recorrieron las distintas oficinas del centro de la ciudad y con megáfono en mano culpaban a «banqueros que tienen en este país el 80 por ciento de los recursos del Estado» de no invertir beneficios en sus trabajadores, «que es su bien principal». Trabajadores que «hacemos hasta de criados del de la esquina».

En ese sentido, señalaron que el trabajo que antes hacían 5 personas «ahora lo hacen dos», y eso se ha visto en el número de trabajadores con los que cuenta la provincia de León, unos 1.200, «cuando antes éramos 5.500». Y en el caso del Bierzo en la actualidad los empleados del sector financiero no llegan a 200.

De hecho, «ahora vas a una oficina y hay más empleados en una frutería que en una oficina bancaria, pero es que hacemos testamentarías, hipotecas, seguros, lo que nos mandan», aseguró uno de esos trabajadores, Fernando, de Ibercaja, que añadió que «realmente nos gustaría dar un mejor servicio y no ver malas caras delante de nosotros, pero es lo que hay, es la cita previa, la banca online, nos están obligando a explicar a gente de 70 u 80 años cosas para las que no están capacitados».

Entre las denuncias que les ha llevado a manifestarse están «salarios que se remontan a 2007; aquellos que tenemos hipoteca, que somos proletarios de cuello blanco, menos o peor vistos que los agricultores, pero nóminas de hace 17 años por culpa de que estamos penalizados por pagar IRPF por un supuesto beneficio que nos dan de un tipo de interés en la hipoteca que no es ni mucho menos el del mejor cliente. Y así todo», explicó Fernando.

También hacen hincapié en las presiones que sufren, con «reporting diarios» y puestos de dirección que «dedican una o dos horas diarias para decir lo que has hecho y lo que vas a hacer al día siguiente». «26.000 millones de beneficio de las 5 entidades más grandes de España y a la señora Botín le parece una estafa o salirse de las reglas del juego el pagar 900 millones. ¿Saltarse las reglas del juego, que es, ganar un 67 por ciento más que el año pasado? No tiene sentido», añadió.

Con todo ello, lamentaron que sus puestos de trabajo no estén «tan bien vistos» como otros, «lo entiendo, estamos al otro lado del mostrador y al final somos la cara visible de la señora Botín».