La hostelería ponferradina, dividida ante la afluencia y repercusión económica del derbi

El partido que este sábado, 17 de mayo, es uno de los denominados históricos. Siempre que la Ponferradina y la Cultural se enfrentan en el campo es especial pero en esta ocasión, en la que los dos equipos se juegan mucho, todavía más.

Por ello, el Toralín estará a rebosar, no en vano las entradas para los aficionados blanquiazules se agotaron hace días. También habrá cerca de 700 seguidores del club leonés, y todos ellos, ponferradinos y leoneses, harán que en la ciudad se respire un ambiente único.

Un ambiente que los hosteleros de Ponferrada confían en que repercuta en sus negocios, aunque ese optimismo va por barrios. En general, consideran que «al final el derbi es un partido bonito, que atrae mucha gente y es donde se nota», asegura David Belzuz, presidente de la Asociación de Hosteleros del Bierzo. Además, el que compartan categoría Ponferradina y Cultural «le da un punto a mayores de lo que significa la rivalidad provincial, pero bueno, tanto este como otros partidos típicos como contra asturianos o gallegos, que traen, imagínate, 2.000, 3.000 personas, es una barbaridad y toda la ciudad lo nota, sin duda».

El que el derbi se juegue a las 7 de la tarde es para David Belzuz un buen horario, que contribuirá a un mejor ambiente y quizás también a mayores consumiciones en la ciudad. «Es un partido que va a sacar a la gente, la gente seguro que sale a comer, a tomar un vino, a estar preparando el pre partido, luego se juntan, van yendo hacia el estadio, donde hay mucho ambiente», asegura. Por ello, el presidente de la Asociación de Hosteleros del Bierzo no entiende que pongan partidos en horarios o días complicados, como a las 2 de la tarde o en festivos locales, «que rompen un poco el funcionamiento natural de la gente. Por tanto, los horarios nos perjudican, sin embargo estos partidos de máxima rivalidad nos benefician muchísimo».

De la misma opinión son otros hosteleros que tienen sus negocios en el barrio de la Rosaleda y donde normalmente se suelen concentrar un mayor número de aficionados precisamente por su proximidad al estadio El Toralín.

Es el caso de Soraya Loureiro, encargada del Olego Dos, situado en el Boulevar Juan Carlos I, que espera mucha gente durante la jornada. «Mueve más que otros partidos, es el que más», señala, comparándolo con otros encuentros que también traen mucha afición, como por ejemplo el Lugo o cuando venía el Sporting de Gijón. Por ello esperan hacer una buena caja, porque además «la hora es muy buena».

Por su parte, Cristina Corredera, gerente del Bar del Toralín, indica que «es el partido fuerte de todo el año» y por cercanía y localización «todo el mundo pasa por aquí, otra cosa es que se tomen algo o se paren en el bar». Por ello ha aprovechado para organizar una zona neutra, con paellada popular y música, en la que «pueda venir la gente de la Cultural y de la Ponferradina sin ningún tipo de conflicto, que puedan venir todos, aficionados, peñas, familias, amigos para pasar un rato de convivencia sin problemas ni acritud».

Aún así, confía en que gane la Ponferradina y pueda ascender porque para ella supondría «la supervivencia de mi negocio», ya que «aquí, en el momento en que se acaba el fútbol y las actividades extraescolares, es un desierto, sobre todo en verano». Además, considera que estar en Segunda mueve mucho más porque «cualquier equipo de Segunda nos supone facturar cuatro partidos de 1ªRFEF», sumado a un incremento de la plantilla del club, la gente de La Liga o de las televisiones, «y todos ellos vienen habitualmente».

Otra de las zonas de la ciudad en la que también se suelen ver muchos aficionados es en el casco antiguo. Las cafeterías y bares de las diferentes plazas se convierten en lugares de reunión y si el tiempo acompaña todavía más. Es el caso del Café Bar DKDA, en la Plaza Tierno Galván. Su propietario, Gabriel Eduardo Rodríguez, cree que el derbi, a nivel económico, «va a ser interesante». «No sé cuanto se va a trasladar de León a aquí porque por un lado está limitado por la cuestión de entradas pero creo que va a ser importante», asegura.

También destaca la circunstancia particular de este partido, «no es un derbi solamente sino que estamos en situación de condiciones y puntos de llegar a algo importante los dos equipos». Así, considera que este choque entre bercianos y leoneses «no es nada más que el mismo síntoma de lo que podría ser nuestro equipo en una división superior, que trae otros equipos que a su vez repercuten económicamente en la hostelería, en el turismo, en todo lo que está alrededor de las personas que no solamente se quedan con un partido, vienen y se quedan con la ciudad».

Y mientras que los hosteleros de las anteriores zonas de Ponferrada afrontan con optimismo esta jornada, el centro de la ciudad no confía en que los aficionados se pasen por sus establecimientos.

De hecho, en la Plaza Fernando Miranda «no esperamos mucho, imagino que las quedadas que se hagan se hagan por El Toralín o en la zona de la Rosaleda. Gente de León no sé si va a venir mucha aquí o se quedará por la zona alta o en las afueras», reconoce Luis Ángel Fernández, propietario de Loft Urban Drink.

Y es que, según Fernández, el centro no suele ser una zona de concentración de aficionados a menos que los hosteleros hagan alguna actividad concreta, que entonces «sí suele haber ambiente» pero «para nosotros supone también gastar dinero y no renta para el rato que están».

Aún así, confía en que sí notarán más ambiente durante la mañana, «ambiente de la gente de la Deportiva habrá, si el tiempo acompaña. Me imagino que se moverán un poco por la mañana, tomarán el vermut y vendrán con las camisetas para ir por la tarde al estadio. Se notará algo de ambientillo pero no es una cosa que pensemos que va a estar esto a reventar».

Eso sí, todos coinciden en una cosa, en que esperan que el derbi transcurra sin ningún tipo incidente y que la rivalidad entre equipos y aficiones sea una rivalidad sana.

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