Hay un lugar en El Bierzo donde el pulpo y los Tomasitos son los reyes

Con ellos empezó todo. Los Tomasitos invaden Ponferrada en una Navidad reciclada y sostenible. Estos personajes se han convertido en vigías de cada uno de los rincones de la pedanía de Santo Tomás de la Ollas. Son los protagonistas de una singular decoración en la que se han involucrado todas las manos del pueblo, sin excepción.

«Desde los 5 hasta los 90 años todos nos han echado una mano», explica Inmaculada Fernández. Ella es una de las vecinas que empezaron a darle vueltas a la idea. Después de echar en falta algo de iluminación y animación en las calles durante las fiestas decidieron tomar cartas en el asunto y ponerse manos a la obra.

Llantas de bicicletas, tubos de las cañerías de la traída del agua o botellas han cobrado nueva vida para vestir de Navidad esta pedanía ponferradina. «Todo es reciclado, lo que hemos ido encontrando o lo que nos ha ido donando gente», apunta Inma.

Santo Tomás de las Ollas bien vale una visita en estas fiestas en un recorrido que no dejará a nadie indiferente y en el que se puede contemplar un belén de cuatro metros que ha realizado uno de sus vecinos. No faltan los Reyes Magos de Oriente a los que dan vida los tubos de las cañerías del agua. Un trineo y un reno de madera adornan la glorieta y llantas de bicicleta con motivos navideños cuelgan de las farolas. Como en cualquier Navidad que se precie tampoco faltan las estrellas para las que se han servido de perchas.

«Es todo hecho por nosotras, llevamos un año trabajando tres días a la semana por las tardes», explica una de las participantes. De esas reuniones de las vecinas surgieron otras ideas como el popular 'Banco del Amor', un concurso de tartas o un magosto, todas ellas iniciativas con un objetivo común: conseguir recaudar fondos para sufragar los gastos de la iluminación de la decoración navideña que luce el pueblo este año. «Excusas simplemente para reunirnos lo vecinos», resalta Inma.

Todo ello con el apoyo «a piñón» del pedáneo, Carlos Fernández. «Cualquier cosa que se le propone acepta», destaca. Este año la junta vecinal colaboró con los trabajos sufragando parte del material que les hacía falta. También ha repuesto el Papa Noel que habían realizado y que el viento estropeó. «Hemos hecho un equipo estupendo, se ha implicado todo el pueblo, la gente mayor, los niños, gente que no es del pueblo y han estado todas las tardes ayudando», apunta esta vecina de Santo Tomás.

Tampoco han faltado a la cita los escolares que han realizado adornos con pelotas de tenis que fueron recompensados también con detalles para el cole. «Los niños también participan en todo», resalta, desde una fiesta de Halloween, reparto de panfletos para dar difusión a las iniciativas o incluso, en el caso de los mayores, encargados de poner al día las redes sociales.

Como para todo hay una primera vez, en este caso también, y aunque hay cosas que pulir de cara próximos años el objetivo está más que cumplido. «Hemos animado a los vecinos a que vinieran al Centro Cívico y también hicieran sus adornos, café y merienda todos los días que nos reuníamos y hemos tirado de eso para que también el pueblo estuviera un poquito unido, con gente mayor y gente joven, y todas las ideas que aportaban entre todos también eran bienvenidas», subraya Inma. Tanto es así, que esta última temporada a las puertas de la Navidad las reuniones han sido diarias mañana y tarde.

También han invitado a participar a gente que no es del pueblo como es el caso de Marga y Esther a quienes no dudan en agradecer su implicación. Precisamente Esther se ha encargado de vestir con adornos de ganchillo todos los bolardos de la plaza situada junto a la iglesia. «Nos hemos metido en esta locura y nos han apoyado todos», subraya Inma. «Estamos muy orgullosos de lo que hemos conseguido este año», recalca.

Los vecinos de Santo Tomás de las Ollas tienen la vista puesta en el año que viene en el que, en principio, plantearán cambios en la iluminación navideña realizada en esta ocasión con placas solares, «porque hay mucho días de niebla, las placas no cargan bien, fallan y no responden al cien por cien como querríamos», detallan.

Ya tienen ideas claras en la cabeza para la decoración y también voluntarias para ejecutarlas. Así que «la cosa promete», concluyen.

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