Ponferrada

¿Sería mayor el impacto del rodaje de 'Soy Nevenka' en el castillo que la cena medieval?

Se cumplen tres meses del estreno de 'Soy Nevenka' la película de Icíar Bollaín basada en el caso de la exconcejala de Hacienda, Nevenka Fernández, que consiguió en el año 2002 la primera condena en España por acoso sexual contra un político, el exalcalde Ismael Álvarez, ambos del Partido Popular.

Más de 4.000 espectadores y seis semanas en cartelera fueron los datos registrados por la cinta en Ponferrada que llegó a las salas de todo el país avalada por el aplauso y la aclamación en su estreno en el Festival de Cine de San Sebastián, que contó con la presencia de la propia Nevenka, donde competía en la sección oficial por hacerse con la Concha de Oro, algo que no pudo ser pero que la ha elevado como candidata a cuatro premios Goya.

La película se ha estrenado ya en Francia con más de 20.000 espectadores en su primer fin de semana en la gran pantalla. Buenos datos para una film que sigue teniendo eco en la capital berciana donde se continúan pidiendo explicaciones al Ayuntamiento por los motivos que impidieron que la cinta se rodara en escenarios de la ciudad.

Las últimas han llegado de la mano del Ateneo La Guiana que presentó un escrito en el consistorio para conocer las verdaderas razones que motivaron que el equipo de Bollaín, con Mireia Oriol (Nevenka) y Urko Olazabal (Ismael Álvarez) en los papeles protagonistas, tuviera que grabar en localizaciones de Zamora y Bilbao al no obtener los permisos para hacerlo en la capital berciana.

La asociación recuerda como el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Ponferrada y portavoz de Coalición por el Bierzo, Iván Alonso, comunicó que fue el regidor quien no vio conveniente el uso de algunos bienes arquitectónicos, como el Ayuntamiento o el Castillo, por el impacto importante que suponía.

«Lo que no deja de sorprendernos es que, por lo que parece, la grabación de un equipo de cine profesional se consideró que produciría un impacto mayor en un edificio público que la utilización del castillo para una multitudinaria cena medieval», señala la presidenta del Ateneo La Guiana, Charo Rodríguez.

Por ello quieren saber «si esa decisión se basa en la aplicación de alguna Ordenanza Municipal reguladora del uso de edificios públicos, o si la utilización de los bienes comunes queda a la libre disposición del alcalde», en cuyo caso denuncian «violencia institucional por un uso partidista de estos espacios cometiendo, más de 20 años después, un nuevo agravio invisibilizando a la víctima y dañando la imagen de Ponferrada», remarcan.

Asimismo, la asociación pide que «se resarza de alguna manera el daño causado a la víctima y también a la ciudad de Ponferrada» y que se vele «por que la institución sea en todo momento ejemplo para la ciudadanía y actúe en aras de que nuestra sociedad avance», y tal y como se está haciendo otras ciudades, «se comprometa firmemente y marque el camino a seguir para lograr el importante objetivo de una ciudad más igualitaria».

Del mismo modo, el Ateneo La Guiana va más allá y pide que se asuman responsabilidades y se ofrezca «una disculpa pública por la pérdida económica y de prestigio de la ciudad». En este sentido, pone el dedo en la llaga sobre el perjucio en euros que ha provocado el silencio administrativo para la ciudad cuyo beneficio se ha llevado finalmente Zamora.

«Esto nos hizo perder un rodaje de tres semanas con un impacto económico de unos 500.000 euros, las 922 contrataciones de figurantes y actores secundarios, y publicidad gratuita, que tan bien habrían venido a nuestra ciudad», remarcan desde el Ateneo.

La asociación lamenta, además, que el Ayuntamiento de la ciudad haya perdido la oportunidad de dejar claro que en Ponferrada se respalda a las víctimas y se apuesta por la tolerancia cero con el acoso sexual y laboral. «Era una oportunidad de oro para que la sociedad ponferradina, y berciana en su conjunto, pudiera reflexionar y debatir sobre lo que pasó hace más de 20 años y nos podamos quitar el fantasma de una ciudad cómplice con el acoso sexual», concluyen.

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