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césar fernández
Ponferrada
Viernes, 17 de mayo 2019, 14:00
Andrés Buelta está al frente de una de las candidaturas que se estrenan ante las urnas en Ponferrada. Vecinos Independientes Agrupados (VIAs) se incorpora al mapa político municipal con una oferta que rehúye de los posicionamientos ideológicos y que integra a varios ... representantes del tejido social de la periferia. «Nosotros no somos ni izquierda ni derecha; queremos soluciones», dice Buelta, que parte con la experiencia de haber gestionado estos últimos ocho años la Junta Vecinal de Columbrianos.
El movimiento vecinal entró con fuerza en el Ayuntamiento de Ponferrada en 1979, en las primeras elecciones municipales democráticas tras la dictadura. Hace años hubo algún amago que no llegó a fructificar. ¿Qué circunstancias se han dado ahora para llegar a conformar una candidatura de estas características?
A la gente que nos apoya les ha llamado la atención las noticias que le llegaban de mí sobre el mundo rural. Y quizás eso les hizo pensar que yo era la persona más idónea. Ellos también tienen sus traumas. Cuando llevas tiempo trabajando altruistamente por los demás, supongo que hay un momento en el que te cansas de que llegue alguien y prometa. Yo tampoco tengo miedo al vacío y estoy en una edad buena para tomar decisiones. A mí me preocupaba Columbrianos. Pero ya llevo ocho años. Y había que dejar relevo.
¿En Ponferrada hay vecinos de primera y de segunda categoría?
Uno de los inconvenientes que tiene la política municipal es que hay núcleos de población, sean de la periferia o del centro, que, dependiendo del color político, puedes tener más o menos cariño desde el equipo de Gobierno. Y eso para mí es injusto si pagas los mismos impuestos. Puede haber cuestiones excepcionales, pero aquí hay muchos temas viciados desde abajo. El inventario de bienes de la ciudad está hecho un desastre. Cuando el Ayuntamiento de Ponferrada se empezó a hipotecar, pusieron bienes como montes sin llevar el cauce debido. Y esto no funciona así. ¿Qué podemos hacer con los edificios que están en desuso y abandonados como las viviendas de los maestros de Flores del Sil? Nosotros proponemos aprovecharlas para el Consejo Comarcal. Por eso es importante saber en dónde estamos y qué tenemos.
Desde su responsabilidad en la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores tuvo protagonismo en un momento en el que se ponía en riesgo la continuidad de las juntas vecinales. De aquella se decía que era difícil entender la labor de las pedanías desde Madrid. ¿Tampoco se ha acabado de reconocer su importancia desde el Ayuntamiento de Ponferrada?
A mí eso me llama mucho la atención. Los pueblos están totalmente abandonados. Hay problemas de comunicación, de limpieza... Tenemos unos pueblos maravillosos al lado y nunca hemos mirado para ellos, pero ellos siguen pagando sus impuestos. Es normal que haya despoblación. A Ponferrada llegaron en 2018 del Estado y de la Comunidad Autónoma 900.000 euros para el medio rural. ¿Dónde están? Yo no los veo.
El año pasado usted tuvo voz en una sesión plenaria de Ponferrada como pedáneo de Columbrianos. ¿Es posible regular eso para que las juntas vecinales tengan presencia en el salón de plenos del Ayuntamiento?
Sí, es posible. Yo no soy jurista. Pero la ley dice que tenemos voz y no voto. Yo eso lo admito porque para eso están estas elecciones. Pero también dice que un pedáneo tiene derechos y obligaciones. Y lo mismo que han aumentado la responsabilidad civil y penal de un pedáneo, se debería respetar la financiación. ¿Por qué el Ayuntamiento no respeta a otra administración como son las juntas vecinales? La Junta de Castilla y León abre la puerta a hacer convenios entre la Junta Vecinal y el Ayuntamiento. Y se podrían reunir una vez al año y fijar una cuantía para invertirla por parte de la Junta Vecinal. No está normalizada la relación entre la Junta Vecinal y el Ayuntamiento. Y eso es un error total y absoluto.
El caso es que en apenas unos años se ha dado la vuelta al debate sobre la continuidad de las juntas vecinales y ahora se propone crear la de Los Barrios. ¿Es eso viable?
El Gobierno socialista ha eliminado la Ley Montoro. Y ahora aparece el Real Decreto 10/2019. Yo no soy jurista, pero lo que se ha hecho es volver a la situación anterior, por lo que se supone que hay más facilidades para recuperar la jurisdicción en algunos pueblos. La mejor obra que se puede hacer en esos sitios es recuperar la capacidad jurídica. Porque si no, son cuatro años perdidos tanto en Los Barrios como en San Adrián o Compludo. Y, por ejemplo, Compostilla nunca fue Junta Vecinal, pero yo propondría tenerla porque así tendría derecho a subvenciones y a recibir ingresos. Hoy Compostilla es un barrio que da pena.
Nacido en Columbrianos en 1958, Andrés Buelta reside en Compostilla. «No me he votado nunca», dice quien estos últimos ocho años ha presidido la Junta Vecinal de Columbrianos, el primer mandato con el Partido Popular y el segundo con Coalición por El Bierzo, con la que rompió a las primeras de cambio para figurar como independiente. Tras cursar estudios de Formación Profesional por la rama administrativa, trabajó por cuenta ajena en un puñado de empresas hasta que se estableció como autónomo y fue pionero en trabajos de reparación de parabrisas de los coches. Cuenta con su propia empresa de servicios. Y desde 2013 es también presidente de la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores.
De la periferia al centro. ¿Qué recetas tienen para ellos, que en algún momento han reaccionado con recelo a medidas como la semipeatonalización?
Vecinos Independientes Agrupados de Ponferrada tenemos que transmitir que aquí no hay blancos ni negros. Para nosotros todos los vecinos son igual de importantes. Lo básico son los servicios: transporte y limpieza y, a partir de ahí, otras cuestiones como la red de fibrocemento. Si queremos avanzar, a lo mejor tenemos que pasar cuatro años reflexionando. Si tenemos problemas económicos, qué hacemos con Pongesur o las cuestiones jurídicas pendientes de resolver que suponen mucho dinero. Ya no se trata de hablar de inversiones en el centro o en la periferia, sino en que hay temas muy graves dentro del Ayuntamiento. Primero hay que solucionarlos y luego crecer. A mí me gustaría hablar de que va a venir una empresa a crear 5.000 puestos de trabajo, pero hay otras administraciones que pueden intervenir ahí. Hay que trabajar cuando veas dónde estás. Creo que el Ayuntamiento necesita abrir las ventanas y reflexionar para solucionar entre la parte política y técnica problemas muy graves del día a día. Hay excesos que hay que corregir. Hay que hacer una auditoría en condiciones.
VIAs se ha incorportado a una oferta de once candidaturas en Ponferrada. Los electores tienden a identificar siglas con posicionamientos ideológicos. ¿El suyo está definido o es transversal?
En cierta manera me alegro de que no nos hayan identificado con ninguna idea. Lo más importante es ser transversal. Yo no le he preguntado a mis compañeros ni de dónde vienen ni a dónde van. Lo único que quiero es que vengan para trabajar.
Lo que sí provoca la atomización de la oferta electoral es la división del voto. Antes de tomar la decisión de presentarse, ¿surgió ese debate con sus compañeros de lista?
No. Hemos tenido conversaciones con otras fuerzas políticas, pero el problema fundamental es que nosotros nos hemos sentido engañados cada uno en su ámbito muchas veces. Aquí se puede presentar el que quiera, pero sí que once candidaturas me parecen un exceso. En un núcleo rural va a haber cuatro urnas. Y al ciudadano lo vuelves loco.
Usted ha vivido dos campañas en partidos estructurados. ¿Cómo es ahora afrontarla en una formación que parte de cero?
Lo veo tergiversado. Yo soy autónomo. Y sé que todo te cuesta. Estoy acostumbrado a no ponerme nervioso. Hay que trabajar y el resultado será el que sea, pero la vida no la tenemos fácil.
Hace cuatro años las urnas reflejaron un escenario muy fragmentado que ha complicado la gobernabilidad. ¿Qué papel puede tener su formación si entra en la Corporación y se repite una composición similar?
No sé qué papel podremos tener. Pero si tenemos voz y voto, muchos de estos temas del mundo rural o de polígonos periféricos o la tubería de fibrocemento, el transporte o la limpieza habrá que solucionarlos llegando a acuerdos. No hay otra. Nosotros no somos ni izquierda ni derecha. Nosotros queremos soluciones.
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