El 14,3 % de las jóvenes de Ponferrada aceptan las conductas violentas y el control por parte de sus parejas

Unos resultados, que llevan a esta asociación a hacer un llamamiento a la Junta de Castilla y León y otras administraciones a invertir más recursos para la puesta en marcha de iniciativas que ayuden a revertir estos "alarmantes" datos. A este respecto, destacan la importancia de poner en marcha talleres para formar al profesorado, para que puedan abordar esta problemática de un modo transversal en todas las asignaturas, así como acciones dirigidas hacia los padres y madres.

"No todos los profesores disponen de las herramientas necesarias para abordar este tema", apostilló la portavoz de la AMPB, Diana Rodríguez, que destacan que en ese grupo debate son las propias chicas las que demandaban "más formación y más información" para poder hacer frente a este tipo de violencia de género. Así, otras medidas que ponen sobre la mesa son actividades extraescolares, un guía tipo cómic que sirva para mostrar de una manera divertida y sencilla cómo deben ser las relaciones positivas y basadas en el respeto o un campamento de verano con la convivencia de chicos y chicas.

Y es que el estudio realizado aborda especialmente la violencia psicológica como una de las violencias basadas en género y que es, recalcó Rodríguez, "la que resulta particularmente difícil de entender y específicamente la que ejercen los jóvenes sobre las chicas durante sus relaciones". En su desarrollo, la AMPB ha contado también con la colaboración del Consejo de la Mujer y los datos de la Asociación de Ayuda a Víctimas de la Agresiones Sexuales y Violencia de Género (Adavas).

Tipos de violencia de género

Así, el análisis de los resultados obtenidos en los cuestionarios y el grupo de debate revelan esa aceptación de las conductas violentas, hasta el 14,3 por ciento, según recalcó la vicepresidenta de la AMPB, Jutta Nissar, que destacó también las reflexiones contradictorias y confusas respecto a estas conductas. "Al mismo tiempo que las consideran mal, no las consideran un tipo de violencia", apostilló Nissar que enumeró como diferentes tipos de violencia el control, el aislaminto, los celos, la descalificación, las humillaciones, el desprecio y la falta de respeto, la indiferencia afectiva, la manipulación emocional y el chantaje, la amenaza y la presión sexual.

A este respecto, indicó que las jóvenes tiene escasa percepción de la indiferencia afectiva y el control, así como entienden que la manipulación emocional y los celos "son los ingredientes de una relación de noviazgo normal". "A la mayoría le parecía que unos pocos de celos es más una prueba de amos que una actitud de control", subrayó Nissar, que responsabilizó de esta situación al efecto del "amor romántico". De esta manera se utiliza el "amor como justificación", llevando incluso a las jóvenes a autoinculparse y responsabilizarse de las conductas violentas de sus parejas, pensando además que ellas pueden modificarlas y cambiarlas.

En esta línea, también aludió a la negación "como un mecanismo lógico de defensa", con el objetivo de desmentir o restar importancia a esos hechos, al tiempo que los justifica y legitima. "Tanto en el grupo de debate como en los resultados de la encuesta se refleja cierto grado de aceptación hacia las conductas agresivas por parte de sus parejas, convirtiéndose automáticamente esa aceptación en negación de la existencia de violencias de género en sus relaciones", recoge el estudio.

Conductas aceptadas

Entre las conclusiones, destacan como conductas más aceptadas que su pareja decida por su cuenta sin consultar ni pedir opinión, se presente sin avisar en los espacios que ella frecuenta, niegue sus errores y nunca pida disculpas, le acuse de coquetear cuando le ve hablando con otros chicos, ignora sus enfados o los considera una tontería y quiere saber todo lo que hace cuando no está con el.

La presentación contó también con la asistencia del concejal de Bienestar Social, Pedro Muñoz, que recalcó que "es un problema complicado y de difícil solución" y que es un "matiz importante" abordar estas situaciones a edades tempranas porque "es un problema básicamente de educación". "Esto no se puede quedar aquí", recalcó Muñoz, que ofreció el respaldo del Ayuntamiento de Ponferrada para trabajar en este sentido y que "el año que viene los resultados sean mejores".