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El alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón, condenó este viernes cualquier acción que la empresa FCC Medio Ambiente, adjudicataria de los servicios de recogida de basuras y limpieza, pueda tomar contra los representantes los trabajadores por ejercer su labor sindical.
«Cualquier condena a un representante sindical porque la empresa toma medidas contra él por el ejercicio de su labor sindical lo condeno rotundamente», señaló el primer edil.
Ramón responde así a la sentencia del Juzgado de lo Social número 2 de la capital berciana que ha condenado a FCC Medio Ambiente en Ponferrada por vulnerar la libertad sindical de un empleado y delegado de la CGT en el comité de empresa tras haberlo degradado de su puesto de trabajo, «realizando tareas más penosas, como represalia por su actividad sindical».
Se da la circunstancia, además, de que la compañía ha sancionado también con 12 días sin empleo y sueldo al presidente del comité, Javier Gómez, por una falta muy grave y a otros tres trabajadores que participaron en última huelga por dos faltas muy graves y otra más grave. Los operarios ya han anunciado que recurrirán vía judicial las multas por unos hechos que aseguran «son falsos» y consideran que es «otra medida de presión para hacernos callar, algo que no van a conseguir».
Por otro lado, el portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Ponferrada, Marco Morala, acusó al alcalde de «mutismo servil» y criticó su actitud «vergonzante» desde el inicio del conflicto en un servicio público esencial como es el de recogida de residuos y limpieza viaria.
En ese sentido, Morala apuntó que el regidor estuvo callado «deliberadamente» y «se apartó de intervenir con grave perjuicio para la ciudad, su imagen, su salubridad, para unos ciudadanos que tuvieron que soportar la basura por las calles durante la huelga y para el propio servicio; eso sin tener en cuenta los problemas acarreados a los trabajadores«. «Entenderíamos que quien gobierna una ciudad tratase de contemplar todos los intereses en presencia, pero Olegario se adhirió solo a unos. Hay momentos en los que se percibe claramente que el que calla, otorga», añadió.
Además, el líder popular señaló que el trato de Ramón con trabajadores públicos, con pueblos o barrios «que se muestran reivindicativos o con asociaciones exigentes ha querido mostrarse siempre fuerte con el débil, a la vez que débil y sumiso con el fuerte». Por ello, consideró que es necesario «que impere el sentido común y no la fuerza, que a veces parece acercarse tanto a una represalia. Hay que hacer un llamamiento al diálogo y ya no cabe pedirle a Olegario Ramón que intervenga para evitar más problemas cuando no lo ha hecho en el momento en que debía haberse empleado a fondo».
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